Café orgánico: ¿cuál es la diferencia con el café convencional?
¡Café! Con sólo escuchar esta palabra, muchas personas ya sienten ese aroma irresistible que nos acompaña por las mañanas o durante los descansos a lo largo del día. Ahora, imagina un café que, además de delicioso, también se produce de forma sostenible y con menor impacto en el medio ambiente. Estamos hablando de café orgánico. Pero al fin y al cabo ¿qué tiene de diferente? ¿Por qué se habla tanto de él? El café orgánico se cultiva sin el uso de pesticidas, fertilizantes químicos u otros productos sintéticos. Esto significa que, desde la plantación hasta la taza, todo el proceso sigue principios ecológicos. En lugar de productos químicos, los productores utilizan técnicas naturales, como la fertilización orgánica y el control biológico de plagas. Este enfoque va más allá de simplemente evitar los productos sintéticos. También promueve la conservación del suelo, el agua y la biodiversidad local, garantizando un ciclo más equilibrado y saludable. El cuidado del suelo es uno de los pilares de la agricultura ecológica. Técnicas como la rotación de cultivos y el uso de compost ayudan a mantener la fertilidad de la tierra, creando un ambiente propicio para el desarrollo de los cafetos. Además, los agricultores orgánicos a menudo optan por sistemas agroforestales, que combinan el cultivo de café con árboles nativos, aumentando la biodiversidad y promoviendo la sostenibilidad.
Certificación y garantía de calidad
Para que un café sea considerado orgánico, debe pasar por rigurosos procesos de certificación. En Brasil, el sello es emitido por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (MAPA), con base en la Ley nº 10.831/2003. Este sello garantiza que el producto sigue todos los estándares de producción orgánica, además de garantizar que ha sido auditado por una entidad certificadora acreditada. Por eso, cuando ves el sello verde “Brasil Orgánico” en el envase, significa que el producto realmente ha pasado por un análisis cuidadoso.
El sabor del café orgânico
¿Pero qué pasa con el sabor? Muchas personas que prueban el café orgánico notan una diferencia. Tiende a ser más rico, con notas más agudas y menos amargor. Esto sucede porque el suelo tratado de forma natural ayuda a que los granos crezcan en un ambiente equilibrado, reflejándose esto en el resultado final. Es como si el cuidado de la tierra diera como resultado un grano “más feliz” y, en consecuencia, una taza más especial. Por supuesto, el sabor también depende de otros factores, como la región donde se cultivó el café, el proceso de tostado e incluso la preparación. Entonces, el hecho de que sea orgánico es un punto importante, pero no es el único responsable del increíble sabor. Además, muchos productores de café orgánico valoran los métodos de cosecha selectivos, que garantizan que solo se recojan los granos maduros, lo que también aumenta la calidad de la bebida.
Costo e inversión
Ahora bien, claro está que todo esto tiene un coste. El café orgánico generalmente es más caro que el café convencional. Esto sucede porque el cultivo requiere más trabajo manual, además de los costos de certificación. Sin embargo, para muchas personas la inversión vale la pena. Si quieres saber más sobre el mundo del café no pierdas de vista nuestro blog. Aquí siempre te traemos contenido rico e informativo. Explora también nuestras soluciones de tueste y descubre cómo llevar tu producción de café al siguiente nivel.